"MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA”
Soy egresado de la Licenciatura en Idiomas de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (1995-2000), existían 3 bloques: turismo, comunicación y docencia; escogí el bloque de docencia, ya que de acuerdo con análisis previos que hice, me di cuenta que la mayoría de los que terminaban la carrera terminaban dando clases. Mientras cursaba la carrera tuve mis primeras prácticas docentes, era frente a grupos de diferentes semestres, desconocidos, claro que primero teníamos que hacer la planeación correspondiente; al principio tenía miedo escénico, pensaba que no iban a entenderme, por que las clases eran 100% en inglés. Me inicié como maestro, tengo como motivación a mi hermana, es trabajadora del Colegio de Bachilleres de Tabasco (COBATAB), es Licenciada en Ciencias de la Educación, desde niño la observaba haciendo sus planeaciones, tomando apuntes, leyendo libros, calificando exámenes, a veces me llevaba a sus clases.
En el 2001, comencé a trabajar para el COBATAB como ayudante del profesor de informática, no enseñaba, sólo tenía que cuidar las computadoras. Fue hasta el 2002 cuando tuve la oportunidad de incursionar a la docencia, mi primera clase oficial fue frente a los estudiantes que pertenecían a la Unidad de Nivelación Académica (lugar donde iban todos los alumnos con muy abajo rendimiento académico y con problemas de actitudes). Me dieron dos materias, Etimología e Inglés nivel II, el primer día de clase inicie muy motivado, pero los alumnos no querían participar, no me obedecían, hasta que empecé a platicar con ellos que necesitaban pasar las materias estudiando y haciendo las actividades que exigía la materia. Tuve que ser convincente y enérgico algunas veces porque hay que darse a respetar. La mayoría escuchó el mensaje y terminaron con buena calificación. Sólo estuve tres meses, después se dio la oportunidad de trabajar en una comunidad lejana, a dos horas y media de mi lugar de procedencia, las clases eran en el turno vespertino, iniciaban a la una y terminaban a las siete cincuenta de la noche, como era una comunidad tenía que quedarme 4 días a la semana, era muy duro al principio, ya que los alumnos estaban acostumbrados a los anteriores maestros, el maestro sólo les daba toda la información, no los hacía analizar, era un conflicto. No termine el semestre porque se dio una mejor oportunidad, en una ranchería llamada El Tigre, Nacajuca, Tabasco, a 25 minutos de mi hogar, en este plantel tengo mi plaza de medio tiempo Desde hace 5 años sigo estando activo en las materias de Ciencias de la Comunicación, Taller de Lectura y Redacción I y II, Literatura I y II, LAE I, II, III y IV, y Ética y valores. Con la experiencia adquirida en los anteriores empleos, no fue difícil adaptarme a las necesidades de los grupos.
Cómo profesor siento una gran responsabilidad, ya que nuestros alumnos son el reflejo de quienes somos en el aula (nuestra preparación académica es muy valiosa), los docentes tenemos que buscar las formas o medios para que nuestros alumnos se preparen no sólo en la clase sino en la vida. En la docencia, no pienso ser millonario, no se busca tener riquezas sino satisfacciones al enseñar al aprendiz, esa es una gran satisfacción, ver al estudiante que aprovecha los conocimientos del maestro y lo mejor que el estudiante supere al maestro.
Ser docente de educación media superior ha significado un reto académico, ya que debo seguir preparándome para estar a la vanguardia en la didáctica pedagógica, para poder dar eficientes clases y comprender a los adolescentes. Además, en estos tiempos debemos capacitarnos y estar mejor preparados, ya que la Globalización (nos exige tener conocimientos en idiomas y computación) es una realidad a nivel mundial. Mis alumnos son la materia prima y lo más importante en mi trabajo, porque he convivido con mis alumnos, he aprendido de ellos, en ocasiones algunos alumnos piden consejos y en lo que puedo les ayudo.
Las satisfacciones que he tenido son varias, por ejemplo: cuando algún alumno me contenta sus problemas y a través de ejemplos lo hago reflexionar sobre las posibles consecuencias de sus acciones, cuando el alumno regresa y me cuenta que su problema fue solucionado y da gracias porque lo escuché y pudimos conversar, la satisfacción de ayudar es una de las motivaciones que me da fuerza; da gusto cuando los alumnos piden asesorías fuera de clase, saben que un servidor siempre les da tiempo para ayudarles, una de las mayores satisfacciones es encontrarse a un alumno(a) y cuando saluda me dice, colega, ya soy un profesionista y en algún momento de su vida académica mi experiencia le sirvió de algo.
Las insatisfacciones las encuentro cuando no hay capacitación en las diferentes disciplinas del perfil docente, en vez de preparar en ocasiones exigen clases de calidad, cuando el maestro tiene la oportunidad de capacitarse fuera de la ciudad y en ocasiones no se le das el apoyo, sabemos que cuando nos capacitamos es en beneficio directo al conglomerado estudiantil.
Saludos.
